viernes, 24 de julio de 2009

zapatos canadá



Pues bien, ya sin el frac del texto anterior, ai les va

atendiendo la invitación de alejandro propongo como tema "señorita laura, los de canadá no me quieren dejar entrar". si el tema no está a tono me lo hacen saber, no descarto estar fuera de ritmo.

Me parece ridícula la reacción "vengativa" de nuestro gobierno al pedir visa a los canadienses que quieren venir a méxico. al margen de discursos humanistas e igualatorios, hay que reconocer que no somos iguales, que nos guste o no, somos un país tracalero y cursi. ponerle trabas a ellos que vienen de asueto sòlo afecta a la ya de por sì vapuleda industria turística nacional. si nos ponemos al tù por tù pasará que mejor se irán a Cuba o Costa Rica o a donde se les hinche.

personalmente puedo dar fé del abuso de la buena fé en que nacionales de mala fè han incurrido. aqui en vallarta vi un anuncio ofreciendo "trabajo en canadá". hice cita y lo que me ofrecieron (por módicos 5 mil pesos y un boleto a toronto) fue fabricarme el estatus de asilado político, mediante falsificación de documentos, insertos en la nota roja de algùn periódico que se prestara (y vaya que se prestan) donde constara que me dieron un balazo o por lo menos lo intentaron, o que algún albañil inconforme con su destajo intentó atinarme a la cabeza con un bote de mezcla, etc etc.

entonces como dice una de mis referencias filosóficas permanentes, "no nos hágamos tarugos botija", este asunto nos exhibe ante el mundo como inmigrantes no deseables. aqui es donde hace falta decoro, y que la Secretaría de Relaciones Exteriores emitiera un comunicado lamentando no la medida canadiense sino las causas que la provocaron.

pero insisto, en este país cursi y sensiblero, parece que es mucho pedir

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