miércoles, 22 de abril de 2009

La Metralleta urbanista


Pocas veces leí a Peter Gray mientras estuvo vivo; lo suficiente para notar que es (fue) uno de los escasos casos de extranjeros avecindados en Vallarta que le aportan al puerto sus ideas y visión con fines de mejorarlo.

Particularmente recuerdo una de sus entregas a la prensa en la que decía, palabras más palabras menos, refiriéndose a los altos edificios que se construyen en estos tiempos, que el cambio de rostro de la ciudad era ya indetenible, y que en vez de estar sumando voces sin ton ni son al ruido colectivo, lo importante era promover (pedir,exigir, reglamentar, etc) arquitectura de calidad y no sólo cajas de cereal en vez de edificios con porte, presencia, identidad.

Honestamente, viajero y cosmopolita lector, ¿Cuál (es) de los enormes edificios construidos recientemente merece insertarse en la arquitectura recordable?, ¿Cuál de éstos le aporta identidad a Vallarta, de la forma en que lo hace La Ópera a Sydney o Las Petronas a Kuala Lumpur?.

Guardando las proporciones, muchas de estas moles me remiten a barriadas de apartamentos de Guadalajara que no sólo parecen un litro de leche Lala, sino que además están pintados y rotulados con ésta y otras marcas de chicles, cerveza y hasta condones. Si no le gusta que le cuenten, desconfiado lector, por Lázaro Cárdenas, rumbo a la central camionera, hay uno de estos fraccionamientos. No sé como se llama pero lo he bautizado como Oxxo Multifamiliar.

Regresando a Vallarta y al burrito con zarape, me parece que el pueblito típico con playa aún existe, y existirá unos años más si se detiene la depredación de la franja comprendida entre El Andariego y El Caballito de Olas Altas (de largor) y de la playa hasta el libramiento (de anchor). Con respecto a la montaña, para seguirla viendo tenemos dos opciones: irnos a vivir a Las Juntas y Los Veranos, o comprar un cuadro en formato grande de Roberto Bermejo.

Pero Vallarta no sólo está creciendo hacia arriba; también hacia adentro y los lados. Y sin ser Nostradamus, igual que predije que el Atlante se iría a Cancún, ahora predigo que Fluvial Vallarta de ser una de las zonas más cordiales (visualmente hablando) de la ciudad, en breve será imposible diferenciarla de Las Quintas de Culiacán, o yendo más cerca, de Ciudad del Valle en Tepic. Ambos desarrollos fueron en su momento y respectivas ciudades ejemplo de integración entre residencias y vegetación nativa. Sinceramente espero equivocarme, pero teniendo en cuenta el valor ficticio de los terrenos y la notoria tendencia al cuchitrilismo (palabra tomada del Dr. Baños), me preguntó hasta cuando seguirán en pie las enormes parotas, tules e higueras que embellecen Fluvial.

Si Puerto Vallarta fuera una muchacha, todo lo hasta aquí escrito tiene que ver con su apariencia. Pero si quisiéramos saber más de ella, aparte de mirar sus partes redondas, sería importante hacerle un chequeo médico para descartar que le vaya a dar un paro cardiaco en la noche de bodas. Con esto quiero decir que hay que ver como anda de la circulación, lo cual nos llevaría a hablar de las calles y el cada vez más atorado tránsito por la ciudad. Pero eso (quizá) será tema de otra entrega.

El rostro vernáculo del puerto ya está más que definido con las fachadas blancas y los techos rojos, pero falta proponer y forjar el semblante del Vallarta-Urbe moderno que marque diferencia para que no se le confunda con una mezcla entre Taxco Guerrero y Miami Florida.

Hasta la otra. Pásela bien.

2 comentarios:

  1. Ya que hablas de edificios, recientes, aunque no muy resientes, seria el de Villas Selva Mar, allá por amapas, diseñado por el no menos afamado arquitecto Alejandro Zhon, proyecto que a segun mi conocimiento, seria el ultimo en dibujar y diseñar.

    Saludos ese,,,,vas a hacer blog por colección o como.

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  2. èsele Santiago

    este blog, por lo pronto, es para poner la columna que sale en Tribuna

    dicen que Lucas se fue, y ahora es Cabo sin Lucas

    saludos

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